jueves, 3 de agosto de 2017

La ausencia de valores en la sociedad, reflejo de la necesidad de la formación ética en la vida.

La ausencia de valores en la sociedad, reflejo de la necesidad de la formación ética en la vida.

Estamos inmersos en una sociedad, en la que actos de violencia, corrupción, indiferencia, injusticia son el reflejo de un vacío  ético y moral, la amplia brecha que se ve marcada entre estratos sociales, “amplios sectores de la población quedan excluidos del mismo generándose sociedades desiguales e inequitativas condiciones de vida evidenciadas en fenómenos como el estrechamiento de los mercados internos, el desempleo, la flexibilidad laboral, la precarización del empleo, el incremento de la pobreza, la indigencia y vulnerabilidad social, la reducción de la gobernabilidad democrática, la violación de los derechos humanos, la inseguridad ciudadana, la violencia generalizada, el debilitamiento de la cohesión social, entre otros” (Mendoza, 2012). Esto inquieta desde el actuar de un estado legítimo que se asume debería propender por el bienestar social, esta problemática de la disparidad social, permite que grupos de elite consideren que su condición le permite desconocer la naturaleza del otro y se cometen atropellos contra el ser humano.

Recientemente Colombia se conmovió con el crimen a  Yuliana Samboni, una niña de 7 años, hija de familia en condición de desplazamiento por el conflicto armado, residente de un barrio ilegal y en condición de pobreza fue secuestrada, violada y asesinada por Rafael Uribe Noguera. Él, hijo de familia con importancia en el país, egresado de uno de los mejores colegios y universidad, profesional, perteneciente a un estrato socio económico alto y de quien se pudiera pensar no le hacía falta nada para cometer tan terrible crimen. Este caso lo cito pues de ahí considero que se puede reflexionar, en cómo estamos predispuestos a juzgar a una persona en su actuar por el poder adquisitivo que tiene y no en lo que hace parte fundamental como ser humano. El cuestionar a las personas por sus comodidades, dejando con poco valor el componente moral y ético de la persona. 

Otro ejemplo de este vacío y que es discusión entre unos y otros, es el tema de la adopción por parte de parejas del mismo sexo, este tema ha tenido una amplia discusión en el país y de esta han salido todas las opiniones posibles, además de actuaciones reprochables, así como lo sita Pulecio, el estudio de Cantor sobre los niveles de homofobia “Hoy tenemos la certeza de que las personas homosexuales, lesbianas y transgeneristas que han recibido maltrato psicológico expresado en burlas o descalificación experimentan profunda ansiedad, soledad, aislamiento, sentimientos de inseguridad, crisis de identidad, baja autoestima y, en consecuencia, poca valoración personal, lo que las aleja del cuidado y la protección de sí mismas. Dichas situaciones llevan a estados de intensa depresión que en ocasiones conducen a intentos de suicidio o actos suicidas”. Estas personas que han sufrido el mal trato por parte de la sociedad son personas vulnerables, que en muchos casos juzgamos desconociendo que son producto de nuestro actuar. 

Al respecto considero que en nuestra sociedad estamos carentes al no valorar lo esencial del ser humano y nos dejamos empañar la visión por temas que aparentan ser determinantes, no puede ser argumento suficiente negar posibilidades a una persona que desde su intimidad e individualidad ha decidido una preferencia diferente a la de la mayoría “[…] cuando la condición construida del género se teoriza como algo completamente independiente del sexo, el género mismo pasa a ser un artificio ambiguo, con el resultado de que hombre y masculino pueden significar tanto un cuerpo de mujer como uno de hombre, y mujer y femenino tanto uno de hombre como uno de mujer” (Butler, 2007), esto lleva a detenerme a pensar nuevamente en las imágenes creadas por la sociedad, y para poder ejemplificar esto, me refiero a la Dra Baptiste, Directora del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. En entrevista para la revista Cromos "Rompí el molde de ser hombre", cuando se le pregunta por su vida en familia y su relación con sus hijas y esposa:

 ¿No cree que se las puso muy difícil a sus hijas? Ellas dirán: “Mi papá es mi papá pero se viste distinto a los demás papás, con falda y tacones, igual que mi mamá”.

Hay como el comentario de siempre: “El papá de Candelaria y Juana es raro, es distinto”, pero finalmente estoy presente en sus vidas, en las reuniones de colegio, en la cotidianidad. A veces los niños me preguntan: “¿Tú por qué tienes aretes?”, hay otros que les disgusta el pelo largo. Entonces se da uno cuenta de que los niños reflejan mucho los prejuicios de sus papás o visiones particulares de su entorno. (Dueñas, 2017)

Ella tiene una imagen femenina, sin embargo cumple un rol que socialmente se ha determinado para la masculina, ser papá, sin embargo esto nos confronta a entender que no siempre estas estructuras sociales son viables y que por el contrario existen posibilidades, esta reflexión tiene un trasfondo y es entender que desde la educación, se está cohibiendo y sesgando el pensamiento de las personas, que junto con un sistema ya establecido se da curso a estos ideales. 

La poca inversión e importancia que se le da a los temas éticos por parte de políticas del estado, la creencia de que el estado de beneficio se limita a el carácter tecnológico, económico y política, nos está cerrando las posibilidades y volviendo de alguna manera  máquinas de producción a las que no les importa que tengan que hacer para lograr lo que se quiere, el descuido de las necesidades sociales “Los filósofos del desarrollo, y otros eticistas involucrados en el tema intentan proponer parámetros basados éticamente para repensar el desarrollo; desde perspectivas interdisciplinarias, y no solo comprendiendo su objeto de estudio como aquel cambio social deseable, sino también argumentando y promoviendo concepciones específicas sobre dicho cambio. De tal manera, intentan formular aquellos principios éticos que consideran decisivos para el cambio social, analizando y evaluando las dimensiones morales de las teorías vigentes, en busca de criterios que favorezcan una mejor comprensión de las dificultades suscitadas a partir de la implementación de las políticas y las prácticas efectivas de desarrollo” así como cita Raúl Villarroel a Crocker. Hace falta aplicar el carácter ético a las diferentes actividades que en una sociedad se puedan dar, para poder un paso más humano a la construcción social.

Referencias
Butler, J. (2007). El género en disputa. Barcelona: Paidós Ibérica.
Dueñas, J. (2017). "Rompí el molde de ser hombre", Brigitte Baptiste. Cromos, http://cromos.elespectador.com/personajes/actualidad/articulo-142233-brigitte-baptiste-rompi-el-molde-de-ser-hombre.
Mendoza, L. P. (2012). Autonomía, solidaridad y reconocimiento intersubjetivo. Claves éticas para políticas sociales contemporáneas. Revista de Estudios Sociales, 13-26.





sábado, 8 de julio de 2017

unidad 1


La ética, esta presente en el actuar humano, estableciendo sentido, consecuencias y validez del comportamiento cotidiano. Esto se puede dar a través del dialogo reflexivo. La ética y la moral son dos termino que suelen acompañarse y que en algunos casos se toman como sinónimos, ética, proviene del griego "ethos" que significa costumbre o habito, y moral del latín "mos", que tiene el mismo significado. Sin embargo, estas dos no son lo mismo, pues la moral tiene por objeto el comportamiento humano, encaminada a establecer normas y pautas, de tal manera se establece un limite entre el comportamiento deseable o indeseable. Por su parte, la ética establece el sentido, la validez y las consecuencias de las normas morales ya establecidas. Es importante establecer y reconocer las diferencias, pues al buscar establecer las diferencias entre una y otra, se sabe que son referentes al actuar humano y se desconoce su objeto; esto nos permite tener claridad para poder interpretar de manera acertada a los diferentes autores en su discurso y enfoque según sea el caso.

Adela Cortina, retoma la conferencia del físico britanico C.P Snow sobre Las dos culturas y la revolución científica, en esta, se dio distinción entre científicos e intelectuales, indicando 1) Los intelectuales tratan de monopolizar toda la cultura y la identifican con la cultura tradicional, que es la suya. 2) Por otra parte, y ésta es la crítica más dura que Snow lanza a los intelectuales, son luditas por antonomasia o, lo que es idéntico, irresponsables. Por eso no han entendido la revolución industrial ni la han aceptado, cuando es, a su juicio, la única esperanza de mejora que existe para los pobres. Mientras los científicos trabajan con optimismo por un futuro mejor, porque les preocupa el bien de los hombres, los intelectuales se envuelven en la capa de su pesimismo y demonizan esa revolución que es la que en realidad puede mejorar la situación de los menos aventajados. 3) Por último, entre las dos culturas existe una gran incomunicación. Cortina, A. (2013). Lo anterior se  pronuncio en el 59 y genero criticas que llevaron al físico a replantear su discurso y se pronuncio bajo la necesidad de incluir una tercera cultura, intelectuales con enfoque humano.  Hoy en día, el discurso se ha modificado y se han introducido, Jerome Kagan, retoma la discusión e incluye la cultura de las Ciencias Sociales, y en tanto se desarrollan dos ideas centrales, la primera, la idea de obsolescencia de las humanidades y la consideración de que este tipo de estudios muy poco contribuyen al desarrollo económico de un país, esto hace que se considere toda inversión en estas pues no son de manera rentables. Las relaciones entre intelectuales y científicos, día a día se van estrechando mas y se supera la brecha de comunicación planteada por Snow, la necesidad de trabajo interdisciplinar a fomentada la inclusión y la necesidad de formación básica en temas humanos, pues la necesidad de afrontar fenómenos humanos a cada momento se vuelve mayor y no es posible dar respuesta desde una única disciplina y enfoque. Por lo tanto aunque las humanidades se consideran en riesgo, también tiene  el polo de ser indispensables, lo cual elimina toda posibilidad de decadencia en su aplicación.

Adela Cortina, es Catedrática de Ética y Filosofía Política en la Universidad de Valencia, y en su libro ¿Para qué sirve realmente la ética? invita a la reflexión del ser humano como ser moral,  siempre bajo el cuidado del mejor modo posible nuestra convivencia. Cortina, habla de la necesidad de buscar y recamar seres íntegros, sobre todo en dirigentes o personas con responsabilidad de mando, reflejándose en la confianza.  Es importante cuando la autora declara que desde la libertad consciente y la cordura, deberemos reconocer y potenciar las virtudes que necesita quien desea vivir bien y, si la fortuna acompaña, ser feliz, la ética tiene también la fundamental tarea de enseñorearnos, es decir, de enseñarnos a cada uno a conquistar nuestra autonomía. La ética, no es una experiencia subjetiva y prescindible, sino un aspecto del comportamiento que parece situarse en el núcleo de nuestra existencia. Adela Cortina, hace mucho énfasis en el tema político y como este es el escenario para ver e identificar en las personas acto con aplicación de ética se evitarían diferentes problemas sociales.